Una versión indica que el primer zoológico del que hablan antiguas crónicas y la tradición tanto oral como escrita es el creado en Egipto por la reina Hatasu, regente de su sobrino quien posteriormente fuera el faraón Tutmosis III, en el año 1494 A.C.
La reina hizo traer plantas y animales desde Somalía, incluyendo perros, bueyes, leopardos, leones, monos y una jirafa; con los vegetales creó un bosque en un espacio en el que colocó a los animales.
Tres siglos más tarde, en el año 1150 antes de nuestra era, los chinos también tuvieron su parque zoológico, al cual el emperador Wu Wang denominara “Parque de la Inteligencia”.
Sin embargo el primer zoológico podría haber sido creado en el año 3500 a.c. también en Egipto, más precisamente en Hierakonpolis, ya que en excavaciones se han encontrado restos de más de 100 especies animales.
Algunos de ellos tenían signos de haber sido curados en heridas lo cual, junto a restos de forraje, muestra que tenían un trato especial.
Sin embargo, no hay crónicas al respecto que puedan dar mayor respaldo a los interrogantes creados por estos hallazgos.
También hubo colecciones de animales –aún no estaba elaborada la definición de “parque zoológico” tal cual la conocemos actualmente- en la Roma precristiana, donde eran trasladados desde las posesiones del Imperio en distintas partes del mundo entonces conocido.
El emperador tenía su propio grupo de animales; éstos no estaban destinados a exhibición sino a ser utilizados en juegos del circo y del Coliseo, incluyendo leones, tigres, panteras, elefantes y cocodrilos entre otras especies.
En la Europa del Medioevo también hubo animales agrupados en lo que se llamaba “Casa de las Fieras”. Muchos de ellos estaban destinados a cotos de caza, como en el caso de Gran Bretaña.
El mantenimiento de animales en cautiverio por parte del hombre llegó también a América. Los españoles que conquistaron el Imperio Azteca, a principios del siglo XVI, se asombraron ante las enormes colecciones de animales que poseía el emperador Moctezuma II en su palacio imperial, ubicado en Tenochtitlán: más de 600 personas estaban dedicadas a su mantenimiento.
En el siglo XVII es posible ubicar en Europa el origen de los zoológicos modernos.
En 1662 se creó la Menagerie de Versailles, cuyos ejemplares, algo más de un siglo después, más precisamente en 1794, fueron trasladados al Jardín de Planas de París, originando un zoológico que en el siglo XIX fuera tomado como modelo por desarrolladores de otros países.
En Inglaterra, el Jardín Zoológico de Londres tuvo como origen el “Parque de Fieras del conde de Derby, que comenzara en 1829.
Así, a partir de estos modelos, el Viejo Continente tuvo jardines o parques zoológicos, concepto que se fue extendiendo en el mndo.
2. Zoológicos en Argentina
El primer jardín o parque zoológico en la República Argentina se debe a la iniciativa de un gran presidente de la Nación y educador, Domingo Faustino Sarmiento, quien creara en 1874 en la ciudad de Buenos Aires, capital del país, el Parque Tres de Febrero, inaugurado el 11 de noviembre de 1875.
Adolfo Methfesser y Carlos Bunnel efectuaron su plano, mientras que el ingeniero militar Jordan Wysocki dirigió los trabajos.
En 1888 el Gobierno nacional transfirió el Parque y el Jardín a la entonces Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires (hoy Jefatura de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires), siendo designado director el naturalista Eduardo L. Holmberg.
Bajo la dirección de este gran científico y naturalista el Zoológico se convirtió en una institución independiente, siendo incorporadas las primeras grandes colecciones de animales exóticos.
Debido a su crecimiento quedaron chicas las instalaciones, siendo trasladado al predio que ocupa en la actualidad (este trabajo se redactó en 2010).
La primera concepción fue la de un zoológico con jaulas, barrotes y confinamiento de los huéspedes, con mínima o nula consideración de su hábitat natural. Con el tiempo se asimiló el concepto de parques en semilibertad, donde se respeta un ambiente lo más parecido posible a su vida en la naturaleza.
Este concepto es clave en los zoológicos actuales. Una especie en cautiverio forzoso sin las condiciones mínimas para garantizar su comportamiento normal se siente afectada y su vida no es la que llevaría en una mejor situación.
En cambio, si el animal encuentra condiciones apropiadas para vivir, su conducta no sufrirá alteraciones o éstas serán mínimas, pudiendo los visitantes observarlos como si vivieran en su hábitat normal.
La finalidad primordial de los zoológicos modernos es educativa, constituyendo estos espacios un elemento de integración entre el ser humano y sus demás compañeros de vida.
3. Un ambiente apto para la vida natural
No siempre es fácil recrear los ambientes naturales en los que viven animales en libertad para que lo hagan en cautiverio. Es necesario que sean lo más fieles posible a los originales, para lo cual se crean condiciones de color y textura, luces y sombras y hasta sonidos, lo cual permite recrear un ambiente que influirá en el ánimo tanto de los animales como de los visitantes, que se acercan a una vivencia digna de ser recordada durante mucho tiempo.
El animal no debe ser considerado como un ser que vive entre rejas sino como alguien que lo hace con sus iguales. Esto posibilita, también, descartar el concepto de mera exhibición para llegar a la idea de divulgación masiva del conocimiento a través de la investigación sobre la vida animal.
En la actualidad los parques zoológicos son grandes, ocupando a veces centenares de hectáreas, que permiten recrear las condiciones naturales de vida de los huéspedes.
Esto permite, además, que los visitantes tengan un mayor conocimiento acerca de la vida de los animales, con la ayuda de expertos guías que ofrecen las explicaciones correspondientes.
Esta mayor superficie geográfica posibilita la recreación de los lugares originales donde cada especie puede desarrollarse en plenitud; no sólo se verifica esto en el caso de cuadrúpedos sino también en el de reptiles, peces y aves.
Un punto a considerar es que cuanto mayor es la superficie dedicada a cada especie en un zoológico más cómodos se sienten sus integrantes.
En varias partes del mundo existen reservas naturales donde los animales pueden vivir casi sin limitaciones de espacio; en estos casos el ser humano es un participante minoritario, creándose por momentos la sensación de ser él a quien observan.
Por ello la experiencia de integración que presentan los parques zoológicos modernos, cuidando la seguridad, es importante para todos quienes comparten esos espacios.
4. Ideas y conceptos actuales a pesar del paso del tiempo
Un concepto que también se ha expandido en los últimos tiempos es el de “zoológico infantil”, espacios donde hay crías de animales silvestres y de granja, inofensivos, posibilitando que los niños accedan a un mejor conocimiento de los huéspedes que allí viven.
El zoológico actual impulsa el concepto de respeto a todos los seres vivientes, posibilitando un mayor respeto y un aumento de la conciencia proteccionista respecto a toda forma de vida natural sobre la Tierra.
Recordemos al respecto el artículo 5 de la Ley 658, a través de la cual el Gobierno argentino dispuso, en 1874, la creación del Zoológico de Buenos Aires:
“El ‘Parque Tres de Febrero’ contendrá a más de las plantas y árboles exóticos, de ornato o utilidad, ejemplares de la parte de nuestra flora que, por su rareza, aplicación a la industria o belleza, sean dignas de estudio, propagación o cultivo. La fauna argentina será igualmente representada en las especies útiles o peculiares del país, a más de los animales de otros países que se procurará adquirir para propender a su aclimatación”. Alberto Auné
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