Alberto Auné
Conozcamos los valores de libros sin preguntar al vendedor.
Muchas librerías tienen los precios de sus productos a la venta en la primera página de éstos, escritos en clave. Conociendo estas claves nos acercamos a la cultura sin riesgo de decepciones.
Contenido
1. Letras que no conocemos
A menudo visitamos librerías de viejo o de lance, según el vocablo usado en el país en que éstas se encuentren, y al ver un libro lo hojeamos, nos tentamos y queremos conocer el precio.
Cuando vemos la primera página, encontramos letras… y no nos queda otro remedio que acudir al vendedor.
Estos son los viejos códigos de precios a través de letras, hoy vigentes a pesar de la tecnología.
2. Barras y letras
Los códigos actuales, de barras, son fáciles de develar a través de un lector óptico que en muchos locales puede ser usado por el cliente, viendo el resultado en una pantalla de computadora.
Pero los viejos códigos tienen mucho de misterio, un área a la que no llegamos a acceder por desconocimiento, quedando entonces a merced del vendedor.
Estos viejos códigos pueden ser fijos, tener una opción de movilidad o indicar una pauta que queda a consideración del vendedor, que como buen profesional capta el nivel de interés del cliente, que puede indicarse con tonos de voz, ademanes u otros indicadores, llegando incluso a una ansiedad no disimulada.
3. Algunas claves
Los códigos, en lápiz, se basan en varias palabras de diez letras distintas entre sí.
Entre ellas podemos señalar MADRILEÑOS y MURCIELAGO.
Así tenemos en estos casos las siguientes equivalencias:
M A D R I L E Ñ O S
1 2 3 4 5 6 7 8 9 0
M U R C I E L A G O
1 2 3 4 5 6 7 8 9 0
Por ejemplo, en el primer caso el precio 145,00 se expresará de la forma MRISS.
En el segundo el mismo valor tendrá su equivalente en MCIOO. Es extendida la costumbre de escribir los valores sin coma o poner los decimales en un tamaño menor.
4. Claves con variaciones
También puede haber alguna posibilidad de variante que aplicará, a su criterio, el profesional del libro que efectúa la comercialización. Por ejemplo, un libro que tiene un valor y puede rebajarse hasta un 20 por ciento.
Con MADRILEÑOS puede ser expresado de la siguiente manera, si su valor es de 85,00, cuyo 20 por ciento es 17,00 dando un valor final, hecha la deducción, de 68,00: ÑI00/LÑ00 o ÑI/LÑ, según se escriba o no el valor de centavos.
La misma equivalencia con MURCIELAGO es: AI00/EA00 o AI/EA.
Otros libreros usan el monto hasta el cual que podría deducirse precio en lugar del resultado final. En estos dos casos, 85 y 17 unidades respectivamente, los códigos serían: ÑI00/ME00 o ÑI/ME y AI00/ML00 o AI/ML. Siempre, reiteramos, según se ponga o no la parte decimal.
5. Claves por múltiplos
En algunos libros se usa una letra y una cifra de uno o dos dígitos.
Esta indica la cantidad de veces por las que se multiplica el valor escondido tras la letra.
Ejemplos usando MADRILEÑOS:
40 equivale a 3×40, o sea 120.
E15 corresponde a 7×15, igual a 105.
Ejemplos con MURCIELAGO:
R10: 3×10, igual a 30.
I8: 5×8, correspondiendo a 35.
Este código se usa en situaciones de inflación. El vendedor tiene un segundo código que en caso de variaciones de precios aumenta el valor del número. Por ejemplo, el 10 del libro pasa a 12 y efectúa la multiplicación por este segundo número.
También se usa este código en casos de libros antiguos, que permanecen a la venta y cuyo precio puede sufrir variaciones con el tiempo.
Se aplica en liquidaciones o rebajas de precios: el 10 pasa a ser 8 por ejemplo en la lista que el vendedor tiene en su escritorio.
Las claves mencionadas evitan el engorroso trabajo de remarcar periódicamente las de los libros en forma individual.
6. Ayuda para deducir
Al ver las letras, si son cuatro, podremos deducir si es una de estas palabras observando la parte correspondiente a los centavos (o su equivalente según la moneda usada): S para MADRILEÑOS y O en el caso de MURCIELAGO.
Si son dos letras la deducción puede usarse por lógica, comparando con algún otro libro, o viendo si hay una barra con una segunda posibilidad mostrando hasta qué punto puede bajar o qué porcentaje se utiliza.
7. Amar el libro, cuidar el bolsillo
Conociendo las claves de precios de libros, quienes los aman podrán contar con un nuevo instrumento para conocer su valor antes de decidir una compra. Alberto Auné
Deja una respuesta