Misionera dando ejemplo de humildad y venciendo a la soberbia. (Autor: Marcelo Sánchez Alaiz en Wikimedia.org)
Alberto Auné
La humildad distingue a los grandes seres humanos.
El conocimiento nos hace más poderosos pero sólo lo es quien sabe mantenerse en su lugar respetando a los demás.
1. Errónea soberbia
Quien tiene autoridad y cree que ésta será perpetua mira desde lo alto a sus semejantes. No importa que ellos sean más inteligentes o tengan más capacidad para determinadas artes u oficios que quien los observa despectivamente. Son inferiores para él y eso basta.
Así, el poder enceguece. No es necesario tener un alto cargo en un gobierno, o ser un monarca para ello. A menudo encontramos cerca nuestro quienes están en un escalón jerárquico superior, en cualquier actividad, y se creen por ello infalibles.
2. Repercusiones sociales
Las víctimas de esta actitud sufren, muchas veces en silencio para evitar represalias. Si han dicho algo que molesta a sus semejantes por ser adelantados a su tiempo, deben esperar el suyo pasando algunas incomodidades.
3. Ningún poder es eterno
Pero cuidado… Un día puede revertirse la situación y cambiar los roles de los protagonistas.
Así lo muestra la historia en inmumerables situaciones que pueden repetirse en su esquema, a pesar de diferencias históricas y geográficas.
Respetemos al otro y no nos creamos infalibles, pues podemos cometer errores y siempre es bueno reconocerlos y arrepentirnos. Alberto Auné
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