
Soldados escuchan arenga antes del Día D. (Fuente: http://www.wikimedia.org)
Alberto Auné
Recordemos a los héroes de Normandía que iniciaron el asalto final al nazismo.
Este desembarco marcó el comienzo del fin del dominio nazi en Europa; su mensaje de libertad debe ser asumido por las nuevas generaciones como un fuerte compromiso.
Contenido
1. Una jornada especial
El 6 de junio de 1944 no fue un día más en la historia. El amanecer de la costa francesa de Normandía mostraba ante los soldados alemanes y algunos azorados habitantes del lugar el mayor despliegue de fuerzas militares realizado por el hombre visto hasta ese momento.
Miles de barcos, lanchas de desembarco y aviones cargaban soldados que iban a enfrentar el desafío de poner pie en Francia y dar así un paso fundamental para terminar con la ocupación nazi en ese país y a partir de allí liberar al resto de las naciones de Europa que estaban bajo el dominio de los ejércitos de Hitler.
2. La epopeya de los héroes
Desde comienzos de aquel año, Estados Unidos y Gran Bretaña habían concentrado sus fuerzas en este último país para el asalto a la fortaleza hitleriana desplegada en las costas de Francia.
Recordemos los nombres de quienes dirigieron aquella epopeya: el Comandante Supremo, general Dwight Eisenhower; a cargo de las fuerzas navales el almirante Sir Bertram Ramsay; comandaba el 21th Army Group el general Bernard Montgomery y a cargo del ataque aéreo estaba el mariscal del aire Sir Trafford Leigh-Mallory.
3. El alto precio pagado
La batalla fue dura, y costó a los aliados no sólo pérdidas materiales sino muchas vidas. Sólo el Cementerio Americano de Normandía, cerca de Saint-Laurent-sur-Mer, tiene 9.386 tumbas, en las cuales, a pesar del paso del tiempo y de que aquellos hombres eran desconocidos para los habitantes de la región, nunca faltan flores o algún silencioso homenaje.
A pesar de aquel alto costo, pudieron los aliados hacer pie en Normandía, y a partir de allí comenzar un avance que los llevó a reconquistar Francia y otros países, mientras el Ejército Rojo de la entonces Unión Soviética atacaba a los alemanes desde otro flanco.
Todavía quedan, en la costa normanda, cañones del ejército alemán, casamatas y refugios desde donde los ocupantes esperaban repeler el ataque. Son hoy silenciosos testimonios, para las nuevas generaciones y las que les sigan, de la tragedia de la guerra.
4. Memoria por la libertad
Mucho ha pasado desde entonces. Hasta comienzos del siglo XXI, en los aniversaarios del Día D, han llegado a aquella costa francesa veteranos de guerra, tanto aliados como alemanes, para recordar aquella experiencia. Por el paso del tiempo, cada vez han sido menos quienes se reunieron ya sin uniforme y se dieron las manos en un gesto de paz y reconciliación.
5. Un aniversario especial
En 1994, al cumplirse 50 años del desembarco, veteranos paracaidistas de las entonces fuerzas aliadas volvieron a lanzarse desde aviones, rememorando aquella fecha. No los esperaban cañones ni disparos, sino el pueblo de Normandía que les mostraba su agradecimiento invitándolos a festejar, comer y beber un buen vino francés.
6. Las enseñanzas del Día D
Más allá de los merecidos homenajes, queda el interrogante sobre si el mundo ha aprendido la lección de aquella gesta.
Mucho ha cambiado desde entonces; los mapas se rehicieron una y otra vez; algunas fronteras se movieron, la URSS ya no existe, la Guerra Fría concluyó… Se ha transformado el mundo del siglo que nació en 2001 y sucede al del Día D.
7. Respetar el legado de Normandía
El mundo hoy sigue en conflicto, con una guerra que no conoce límites geográficos. Medio Oriente, Rusia… Desde el 11 de septiembre de 2001 ya la civilización no es la misma.
Pero ante el terror parece haber una guerra que deja de lado los derechos humanos, el respeto al adversario. Invadir un país y violar en él los más elementales derechos humanos es una afrenta a los héroes, hombres y mujeres, que llegaron a Normandía hace seis décadas. Mucho más si quienes cometen estos atropellos se dicen sucesores de aquellos que en medio del fuego enemigo pisaron tierra francesa en 1944 para liberarla de la opresión.
8. Un deseo, una esperanza
Ojalá el mundo pueda encontrar soluciones a los graves conflictos que cobran diariamente vidas en distintos lugares.
De esta forma, los héroes de aquella heroica epopeya del Día D podrán, si no están entre nosotros, descansar en paz, y si todavía nos acompañan saber que cuando cierren sus ojos para siempre lo harán con la certeza de que el sacrificio de Normandía valió la pena, y podrán cruzar un río sin retorno para reencontrarse en la gloria con sus camaradas de aquella gesta inolvidable. Alberto Auné
Deja una respuesta