Alberto Auné
Volvamos al espíritu de paz que animó aquel compromiso.
En 1978 se firmaron estos acuerdos entre Egipto e Israel. Recordarlos y revivir su espíritu es un intento para llevar la paz a Medio Oriente y al mundo.
1. Tres hombres para la paz
El 17 de septiembre de 1978 se firmaron los Acuerdos de Camp David, que marcaron el fin de un largo conflicto entre Egipto e Israel.
La firma fue impulsada por el entonces presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, quien convocó al Rais egipcio Anuar al-Sadat, y el primer ministro israelí Menahem Begin en su residencia de Camp David, no lejos de Washington, para la firma.
Henry Kissinger, durante su anterior gestión como secretario de Estado, había impulsado una política de pasos pequeños y graduales para alcanzar la paz en Medio Oriente. Consideraba que Egipto tenía una gran fuerza militar y mantenía una alianza no abierta con Arabia Saudita. El paso anterior a estos acuerdos, que dejaron atrás las secuelas de la Guerra de los Seis Días, de junio de 1967, había sido el Acuerdo sobre el Sinaí, suscripto entre Israel y Egipto, por el cual Anuar al-Sadat fue duramente criticado por otros gobernantes árabes.
También el mandatario egipcio había viajado a Jerusalén el 19 de noviembre de 1977.
Los Acuerdos buscaban comenzar a solucionar el problema de Medio Oriente, en especial de Palestina.
2. Su contenido y logros
Se firmaron en Camp David dos acuerdos-marco.
El primero de ellos planteaba como la obtención de la paz en Oriente, mientras que el segundo, mucho más concreto, llevó a que el 26 de marzo de 1979 Egipto e Israel firmaran un Tratado de Paz, a partir del cual el segundo de estos países se retiró de la Península del Sinaí en abril de 1982, posibilitando a Egipto la recuperación de su soberanía territorial. Los Acuerdos de Camp David significaron un gran logro diplomático para la administración Carter, pero esto no pudo impedir la repulsa del mundo árabe hacia Al-Sadat, quien fuera asesinado por un comando de la Yihad egipcia durante un desfile militar en El Cairo el 6 de octubre de 1981 en represalia por aquella firma.
3. Vigencia del espíritu de paz
Medio Oriente sigue en conflicto. Los años han pasado y los hombres parecen haber olvidado aquel encuentro. Los intentos diplomáticos llevaron a un nuevo encuentro en Camp David durante la administración Clinton entre Yasser Arafat y Ehud Barak, una Hoja de Ruta, Acuerdos de Oslo… sin embargo volvieron a hablar las armas y siguen los enfrentamientos y atentados.
El espíritu de paz que primó en Camp David en septiembre de 1978 está vivo en quienes buscan una solución al conflicto de Medio Oriente. Impulsarlo es responsabilidad de los gobernantes de la región y del mundo, así como de organismos internacionales, para que esa paz que buscaron aquellos tres hombres sea una realidad. Alberto Auné
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