Alberto Auné
Software, música y cine son las principales víctimas de este delito.
La violación de los derechos de propiedad intelectual sigue extendiéndose con amplia tolerancia social; sin embargo es posible encontrar soluciones a este problema.
1. Una realidad
La piratería es un problema no sólo económico sino cultural, ya que muchas veces buscamos lo más barato sin medir las consecuencias sociales de nuestra elección.
La sociedad no reacciona ante esta situación, debido en gran parte a la enorme diferencia de precio entre productos legales o ilegales y el concepto generalizado de las enormes ganancias de las empresas de software, cine y música.
Las medidas legales, cuando llegan, nunca con suficientes y no hay graves sanciones jurídicas a pesar de la legislación vigente, que condena estas actividades.
2. Responsabilidades compartidas
En esta situación hay tres responsabilidades: la del consumidor, la de las autoridades y la de las empresas.
La primera es la de quien compra pagando menos sin pensar que perjudica a quienes trabajaron en una película, un software u otro producto por el que no se beneficiarán.
La segunda es de quienes pudiendo prevenir este delito lo toleran, ya que muchas veces se vende música y cine ilegal en puestos callejeros y nadie hace nada.
La tercera es de quienes quieren ganar a toda costa sin reparar en que podrían tener precios más asequibles, vender más y tener un mayor rédito.
3. Algunas propuestas
Si se implementaran algunas iniciativas sería posible morigerar el problema, evitando gran parte de las pérdidas económicas y laborales que causa la piratería.
Las empresas de software podrían liberar productos para su uso por parte de los usuarios, cobrando un mínimo derecho por asesoramiento cuando éste se solicita.
Por ejemplo, en el caso del software, Microsoft ya dejó de producir Windows 3.1, Windows 95, 98 y versiones de Office compatibles con ellos. Podría entonces liberar sus códigos fuente para que su reproducción y uso sean libres. Ganaría así usuarios y futuros clientes de versiones superiores pero no quiere hacerlo.
En cuanto a películas y música, una solución es bajar el precio de venta de los CDs, CD-ROMs, DVDs, Blu-Ray o cualquier otro soporte pasado un tiempo desde su lanzamiento.
De esta forma es posible una venta mayor y continua, siempre mejor a otra esporádica que a largo plazo no ofrecerá los resultados esperados. Alberto Auné
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