
Ezequiel Martínez Estrada. (Fuente: http://www.wikimedia.org)
Alberto Auné
Expuso y previó la relación entre Buenos Aires y el resto del país.
No muchos hombres, en la historia de los pueblos, han sido calificados como pensadores; algunos de ellos pudieron llegar a superar la reflexión sobre los acontecimientos de su época para proyectar, a través de su obra, teorías o visiones de alcances mucho más amplios. Martínez Estrada es uno de ellos.
Contenido
- Una vida dedicada al pensamiento y a las letras
- Radiografía de la Pampa: un análisis vigente a través del tiempo
- La escisión porteña del resto del país, un hecho reiterado
- Escritor incansable y testigo de su tiempo
- Una vida dedicada al pensamiento y a las letras
Este escritor analizó en aspectos de la República Argentina, mostrando en sus escritos la preocupación que sentía por los grandes temas nacionales.
Nació en la localidad de San José de la Esquina, provincia de Santa Fe, el 14 de septiembre de 1895, falleciendo en Bahía Blanca, provincia de Buenos Aires, el 4 de noviembre de 1964.
Su actividad literaria tuvo importantes reconocimientos, entre ellos la recepción del Premio Nacional de Literatura en dos oportunidades: la primera en 1933 por su obra poética y cuatro años después, en 1937, por su ensayo Radiografía de la Pampa.
La Sociedad Argentina de Escritores (SADE) lo contó como su presidente en dos períodos: el primero de ellos de 1933 a 1934 y el segundo de 1942 a 1946.
Esta actividad lo puso en contacto con otros escritores de distintos géneros, como poesía, novela y ensayo, recibiendo de ellos el apoyo que a veces parecía no recibir de la sociedad, a menudo reacia a leer ensayos, libros que en definitiva llevan al ser humano a pensar y reflexiona sobre la situación que lo rodea, debiendo tener la capacidad de sacar sus propias conclusiones y reaccionar en consecuencia, si es necesario para cambiar y transformar las cosas que están mal.
Sus primeros trabajos fueron poéticos, sin excluir algunos textos filosóficos. Eran sus primeros testimonios de un pensamiento creador que enriquecería con el tiempo a la cultura argentina, llegando además a tener trascendencia fuera del país.
Entre los años 1918 y 1929 publicó varios libros de poesía. El primero de ellos fue Oro y Piedra y el último Titanes de pies ligeros.
Sus mayores logros poéticos llegan con la descripción de talleres de viejos oficios, por los cuales sintió una especial atención durante su infancia.
Así dice en su poema El Carpintero:
«Está tan clara la carpintería
que no se sabe si entra o sale el día”.
- Radiografía de la Pampa: un análisis vigente a través del tiempo
La certeza de que Martínez Estrada fue un gran autor se verifica al leer sus trabajos de mayor nivel, que comienzan con la obra Radiografía de la Pampa..
Más notables que sus poemas son sus cuentos, en los que el autor lleva a la narrativa la angustia que en él despiertan situaciones de la vida cotidiana y la burocracia.
Respecto a Radiografía de la Pampa, una lectura fácil podría sumergirnos en escepticismo.
Este ensayo está dividido en seis partes, con planteos de conceptos que otros autores incorporaron posteriormente a trabajos de antropología y sociología.
La primera parte, Trapalanda, habla de un país que sólo existe en la ilusión, al que llega el conquistador pensando que será fácil extraer de él riquezas, pero la realidad es distinta: la riqueza está pero hay que ganarla sembrando la tierra y trabajando.
En la segunda parte, Soledad, el habitante comienza a construir un futuro pero el océano achica el continente a nivel de una isla. No puede construir entonces un país, como hicieron los inmigrantes que escaparon de la persecución en Inglaterra hacia las costas de lo que sería Estados Unidos de América. Ha perdido la patria la extraña; su logro se limita a una factoría.
La tercera parte, Las Fuerzas Primitivas, muestra cómo las fuerzas elementales trabajan con el agua, la tierra y el viento para derribar las construcciones que el hombre ha levantado.
En la cuarta parte, Buenos Aires, vemos cómo esta metrópoli es España, que atrae y absorbe al resto del país, al cual somete, además de mentirle. Debe ejercer poder sobre el resto del país para mantener su estructura, ya que ésta se desmoronaría si volviese el tiempo de los caudillos.
La quinta parte, Miedo, trata tres temas: la Lucha, la Defensa y la Fuga, con reacciones plenas de irracionalidad.
Finalmente, la sexta parte, Las Seudoestructuras, muestra que hemos hecho una construcción que carece cimientos, constituyendo un edificio que acumula equívocos. Es necesario entonces encontrar un sólido basamento para que lo que se edifique sobre él tenga solidez en el tiempo. Esta es la tarea que estamos efectuando ahora.
El final del libro tiene, al igual que cada una de sus partes, absoluta actualidad.
Buenos Aires sigue siendo la gran metrópolis con habitantes a menudo ajenos a los problemas del resto del país. En la medida en que esto no se resuelva, será imposible lograr la unidad de los argentinos.
La obra concluye de la siguiente manera:
Los baluartes de la civilización habían sido invadidos por espectros que se creían aniquilados, y todo un mundo, sometido a los hábitos y normas de la civilización, eran los nuevos aspectos de lo cierto y de lo irremediable. Conforme esa obra y esa vida inmensas van cayendo en el olvido, vuelve a nosotros la realidad profunda. Tenemos que aceptarla con valor, para que deje de perturbarnos, traerla a la conciencia, para que se esfume y podamos vivir unidos en la salud.
De ese trabajo surgen otros tres, cuyos bosquejos se insinuaban en esas páginas.
El primero fue La cabeza de Goliat, un estudio sobre Buenos Aires, publicado en 1946, que completa lo ya expresado en el trabajo anterior.
Su libro sobre Domingo Faustino Sarmiento Meditaciones Sarmientinas (1968) es uno de los más importantes aportes al estudio de la vida y obra de este prócer.
Otra obra de grandes proporciones cierra el ciclo comenzado trece años antes: Muerte y Transfiguración de Martín Fierro, de 1948, en la que ese autor caracteriza la vida del personaje de la obra de José Hernández como “una peregrinación sin destino”, y la cual fuera considerada por la crítica como el mayor estudio sobre la vida de ese gaucho.
El párrafo final del libro busca también cerrar el ciclo de las cuatro obras mencionadas, al expresar:
“Cuando sepamos qué país habitamos y con quiénes, sabremos lo que somos y lo que debemos hacer”.
- La escisión porteña del resto del país, un hecho reiterado
La ciudad de Buenos Aires tuvo, durante la vida de la República Argentina, una actitud independiente en muchos temas políticos, económicos y sociales.
Esta separación había comenzado en mazo de 1854, cuando una Convención bonaerense debatió y promulgó un proyecto de Constitución para el Estado de Buenos Aires, jurada el 23 de mayo de ese año.
Su primer artículo expresaba ese espíritu con claridad:
“Buenos Aires es un Estado con libre ejercicio de su soberanía interior y exterior, mientras no delegue expresamente en un gobierno federal”.
De esta forma comenzó la gestación de un Estado que con el tiempo estaría unido oficialmente al resto del país, pero que en la realidad tendría actitudes distintas a las provincias.
La Constitución mencionada estuvo vigente hasta 1873.
En el aspecto político, recordemos los resultados de algunas elecciones.
El legislador Alfredo Lorenzo Palacios (1880-1965), perteneciente al Partido Socialista, ganó en elecciones a diputado nacional en 1904, a senador nacional en 1931, también en 1935 y 1961.
Si bien debido a interrupciones constitucionales por golpes militares no llegó a completar sus mandatos, los resultados de estos comicios mostraron una independencia de pensamiento respecto del Gobierno nacional, en todos los casos distante ideológicamente del socialismo.
En 1973, habiendo ganado el Partido Justicialista la elección nacional, la elección por senador en la Capital Federal dio como ganador en una segunda vuelta o balotaje a Fernando de la Rúa, de la Unión Cívica Radical, quien derrotó a Marcelo Sánchez Sorondo, de la alianza gobernante a nivel nacional Frente Justicialista de Liberación (Frejuli).
En 2007 el candidato Mauricio Macri, del partido Propuesta Republicana (PRO), ganó la elección a Jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, quedando en segundo lugar Daniel Filmus, del Frente para la Victoria, principal fuerza política del Gobierno nacional. En 2011 Macri fue reelecto en el cargo, lo que también ocurrió con la candidata presidencial del oficialismo y entonces primera mandataria, Cristina Fernández de Kirchner.
Estos resultados electorales no sólo muestran una independencia del distrito ante la Nación sino también una evolución en el electorado, ya que Palacios estaba en una posición ideológica no compatible con la de Macri.
En el aspecto cultural, Buenos Aires fue durante mucho tiempo atraída por Europa, ya que París fue un imán para muchos intelectuales de distintas generaciones culturales.
Europa influyó en la literatura, la pintura, la escultura y hasta la arquitectura, entre otras disciplinas, que se desarrollaron en la Capital de la Argentina.
Respecto a la música, el tango fue y es el género característico de esta ciudad, donde naciera y se desarrollara.
En contraposición, las provincias tuvieron su propia raíz cultural, tanto en pintura como en escultura y otras artes. La alfarería, por ejemplo, así como la artesanía en telares son algunos ejemplos.
Ha pasado el tiempo y Buenos Aires sigue siendo el puerto, la estación terminal de transporte terrestre en ómnibus y ferrocarriles, la salida clásica en sus cercanías por vía aérea del país (Aeropuerto Internacional de Ezeiza) y el centro intelectual, político y económico de la Argentina.
Cuando se construyeron los ferrocarriles la red tendía a Buenos Aires, para desde el puerto comerciar a Europa granos y otros productos.
Más tarde se levantaron otros puertos y terminales de transporte aéreo con salida al exterior, pero ninguno con la relevancia de los instalados en Buenos Aires.
En la década de 1990 la zona entonces abandonada de Puerto Madero, donde había contenedores abandonados y antiguos diques en estado de abandono, comenzó una etapa de reformas que llevó a su transformación, levantándose edificios de oficinas y viviendas destinados a sectores de alto poder adquisitivo. Esto llevó a una revalorización de ese sector, causando que mucha gente envidiara ese estilo de vida, ampliamente promocionado por los medios de difusión, a lo cual se suma la elección para vivir o tener allí que efectuaran políticos y funcionarios, en especial durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, de 2011 a 2015, en una actitud que dejara bastante que desear en cuanto a ejemplo de civismo y austeridad.
Esto llevó a que desde distintas regiones del país algunos sectores miraran nuevamente a Buenos Aires como modelo, ahora de estilo de vida en el que al menos en este barrio la cultura y el saber no ocupan un lugar prioritario.
Los hechos señalados muestran la vigencia del pensamiento de este autor, a pesar del paso del tiempo, con el acierto de analizar la influencia de Buenos Aires respecto al resto del país y ofrecer puntos de partida para la reflexión sobre este tema.
4. Escritor incansable y testigo de su tiempo
En 1951 Martínez Estrada publicó otra obra, que si bien tenía otro tema estaba relacionada con las anteriores: El mundo maravilloso de Guillermo Enrique Hudson, aquel escritor inglés que tan bien describiera la sociedad rioplatense en tiempos del gobierno de Juan Manual de Rosas.
Héctor A. Murena (1923-1975) escribió sobre este libro:
«Los profetas vienen del cielo, lanzan sus sanas acusaciones contra la tierra y vuelven a remontarse luego a las alturas”.
Este gran ensayista, quien fuera definido por Victoria Ocampo (1890-1979) como “tierno y arisco”, atesoró como uno de sus bienes más preciados la posibilidad de disentir respecto a otras opiniones, en especial las instaladas socialmente como verdades absolutas.
Uno de sus textos resume su pensamiento y su filosofía de vida:
“Me fue dado admirar, al anochecer, las vizcachas, cuya vida en meandros subterráneos y frescos tiene para mí un inefable atractivo de filosofía de la libertad y de la paz. El gusto de mi tierra está en toda mi piel”.
Su obra ha sido guía de grandes escritores y ayuda a comprender la historia, la política y la sociedad argentinas, constituyéndose en un autor imprescindible.
El 3 de mayo de 2010 fue impuesto el nombre de Ezequiel Martínez Estrada a la Hemeroteca de la Biblioteca Nacional de la República Argentina, ubicada en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El entonces director de la Biblioteca Nacional, Horacio González, sostuvo que Martínez Estrada fue «un escritor universalista de la condición argentina e inventor de formas narrativas y ensayísticas emancipadas», conceptos que acertadamente califican la obra de este autor. Alberto Auné
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