Climas artificiales y salud: sepamos cuidarnos

· Alberto Auné, naturaleza, salud
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File:Clima Córdoba (Argentina).PNG

El clima variable repercute en nuestra salud. Servicio Meteorológico Nacional (República Argentina). Hiozel. (Fuente: http://www.wikimedia.org)

 

Alberto Auné

El hombre es uno de los animales llamados “de sangre caliente”, lo cual significa que la temperatura de su cuerpo y la de su sangre solamente tienen una pequeña variación respecto a un valor que para él corresponde a una situación de normalidad.

En la naturaleza existen otros animales, llamados “de sangre fría”, que pueden tener una importante variación en la temperatura de su cuerpo, al producirse también una variación en la temperatura que los rodea.

El hombre, por ello, debe vivir en un clima de temperatura constante o protegerse contra los cambios que en ella se producen mediante el uso de ropas de abrigo en invierno o instalarse en viviendas en las cuales, mediante el uso de medios artificiales, como por ejemplo los acondicionadores de aire, mantiene una temperatura ambiente adecuada para vivir y desarrollar sus tareas o disfrutar su ocio con normalidad.

Los electrodomésticos, entre los que se encuentran los mencionados, proveen el clima artificial, tanto en refrigeración como calefacción. Son por ello un importante progreso de la sociedad, que permite que el hombre obtenga la temperatura constante que necesita.

Sin embargo, es importante conocer que los climas artificiales tienen sus riesgos, ya que pueden producir efectos nocivos en el organismo.

Efectos

Para valorar la forma en que influyen la calefacción y el aire acondicionado sobre el catarro, que cuando afecta a la nariz se conoce con el nombre de rinitis y origina síntomas de obstrucción nasal, con aumento de la secreción y estornudo. El resfriado común, también conocido como resfrío, es una de las infecciones virales más corrientes en el hombre, que se produce con mayor frecuencia en los niños y en las personas que superan las cinco o seis décadas de edad.

Esta enfermedad existe en todo el mundo, pero disminuye a medida que ascendemos en los Hemisferios Norte y Sur, debido a la mayor resistencia del organismo, acostumbrado a climas de muy baja temperatura a lo largo de la historia, con una fortaleza que se transmite de generación en generación.

El clima perfecto

Cuando el ser humano está en un clima perfecto, considerando para ello valores óptimos de humedad, temperatura y ventilación, disminuyen las posibilidades de contraer un resfrío o catarro. Incluso, en algunos experimentos científicos, se efectuó la inoculación de gérmenes de estas enfermedades a sujetos sanos, que habitando en un clima artificial generado por electrodomésticos no las adquirió.

Algunos factores que precipitan estas dolencias son los cambios de temperatura, el paso de una atmósfera templada a una fría o viceversa, como por ejemplo cuando salimos de nuestro hogar o de una oficina con aire acondicionado a la calle. Estas situaciones impulsan el catarro.

La variación de temperatura fría actúa de dos maneras. La primera de ellas es disminuyendo la resistencia general a las infecciones, y la segunda al causar un reflejo local sobre la nariz y las vías respiratoria superiores, que cierra los vasos sanguíneos de éstas, favoreciendo la presencia y continuidad de gérmenes infecciosos.

La temperatura normal de la membrana mucosa de la nariz varía muy poco, oscilando entre 33 y 34 grados centígrados. Se ha observado que cuando una persona tiene escalofríos la temperatura de la mucosa nasal puede disminuir hasta seis grados centígrados.

Además, este cambio de temperatura que se produce al cambiar de un ambiente artificial cálido a uno frío o viceversa no es el único factor que influye en la salud, ya que también lo hace la humedad de la atmósfera.

El nivel de ella más apropiado para el ser humano es cercano al 45 por ciento, habiéndose demostrado que una caída de la humedad relativa por debajo del quince por ciento elimina de las mucosas que recubren la nariz por dentro una menor cantidad de agua de la que pueden normalmente llevarle los vasos sanguíneos.

Así, la nariz se reseca y la protección desaparece, quedando el interior de la nariz expuesto al ataque de los gérmenes nocivos que producen el constipado.

El exceso de humedad es también dañino, debido a que produce una baja en el nivel de evaporación del sudor de la piel y, debido a la alta conductividad calórica del vapor de agua, disminuye la temperatura en la piel, causando un escalofrío, algunos de cuyos efectos fueron mencionados.

Otras influencias

Lo expresado respecto a acciones sobre la mucosa de la nariz se puede aplicar también a las mucosas de las vías respiratorias superiores (faringe y tráquea), de forma que durante las épocas del año en que se utiliza la calefacción aumentan los casos de faringitis, en especial en quienes usan un aparato de aire acondicionado.

Esta afección, empero, no llega a ser tan frecuente como el catarro común o las lesiones en la mucosa nasal.

También los cambios de temperatura influyen en la amígdala, que no es sólo un órgano sino que está compuesto por numerosas formaciones repartidas a lo largo de las vías respiratorias superiores.

Debido a esto, no debe llamar la atención que en personas que padecen cambios importantes y bruscos de temperatura, pasando de atmósferas calientes a frías o viceversa, se produzca con mayor frecuencia la enfermedad denominada amigdalitis, más conocida como angina.

Esta dolencia es una infección de una o varias de las glándulas que se han explicado, siendo mucho más frecuente en la infancia que en la adultez, debido a que disminuyen de tamaño y sufren una atrofia a medida que avanza la edad.

Cuando la angina ataca varias veces a una persona, pueden producirse repercusiones desfavorables en el organismo, como lesiones de riñón o del corazón.

Es necesario en este caso, por ello, consultar a un profesional de la salud, el cual evaluará la posibilidad de programar una operación por medio de la cual se extirpen las glándulas, eliminando así los riesgos mencionados.

Los cambios de temperatura originados por cambio de ambiente frío a cálido y viceversa tienen una gran influencia sobre la aparición de una infección por virus llamada gripe.

Prevenciones

Es importante, si tenemos posibilidad de ello, vacunarnos contra la gripe, lo cual nos otorga protección contra esta enfermedad por el término de un año.

En el Hemisferio Sur el mejor resultado se obtiene recibiendo la vacuna en mayo, ya que la defensa total se produce pasados entre veinte y treinta días de su aplicación y los días fríos comienzan en junio.

La influencia perjudicial de la calefacción artificial sobre las vías respiratoria se debe a dos factores principales: el primero, la variación que produce en la humedad de la atmósfera, y el segundo la variación de temperatura.

De esta forma, se produce una disminución en las defensas de la nariz y de las vías respiratorias contra varios agentes perjudiciales.

Los virus que se han aislado en epidemias y en sujetos con catarro habitual son de muchos tipos.

No revisten gravedad, ya que no producen por lo general lesiones que lleven a la muerte o a una enfermedad importante, pero tienen gran importancia desde el punto de vista social al causar una incapacidad laboral por varios días, que multiplicada por la cantidad de afectados influye en la economía de una ciudad, un país o una región.

Por ello muchas empresas, al aproximarse el invierno, cubren el costo de la vacuna antigripal para sus empleados, lo que les permite disminuir fuertemente el ausentismo laboral.

Conclusiones y recomendaciones

Entre los consejos que pueden darse para disminuir los riesgos que causan los climas artificiales está el tratar de mantener la atmósfera ambiente con el grado de humedad deseable.

En invierno, cuando la calefacción produce un resecamiento en la atmósfera, ayuda a ello colocar junto a los radiadores, estufas u otra fuente de calor recipientes con agua.

De esta manera se produce la evaporación de la misma, causando humedad.

Otra recomendación es evitar someterse a cambios bruscos de temperatura. Antes de pasar de una atmósfera fría a otra caliente o viceversa tratemos de pasar por un ambiente de temperatura intermedia, lo cal morigerará el cambio.

En especial cuando pasamos de un lugar cálido a otro en el cual la temperatura varía bruscamente pueden producirse escalofríos que disminuyen la temperatura de las fosas nasales.

Cuidemos en las pequeñas cosas nuestra salud, y nuestro organismo nos lo agradecerá con una mejor respuesta, llevándonos a una mejor calidad de vida.  Alberto Auné

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